miércoles, 19 de noviembre de 2008

La Jura de Santa Gadea.

El Cid ha sido un héroe de gran popularidad, su figura ha dado lugar a infinidad de relatos durante toda la historia, en España y fuera de España. Un buen ejemplo es el Romancero, que recopila un buen número de estas composiciones sobre la figura del caballero castellano. Os muestro aquí un ejemplo, el de la jura de Santa Gadea. Recordad, el Cid le hace jurar al rey Alfonso, ni más ni menos que al rey, que no ha tenido parte en la muerte de su hermano, el rey SanchoII.


Romance de la Jura de Santa Gadea
En santa Gadea de Burgos,
do juran los hijosdalgo,
allí le toma la jura
el Cid al rey castellano.
Las juras eran tan fuertes
que al buen rey ponen espanto;
sobre un cerrojo de hierro
y una ballesta de palo:

—Villanos mátente, Alfonso,
villanos, que no hidalgos,
de las Asturias de Oviedo,
que no sean Castellanos;
mátente con aguijadas,
no con lanzas ni con dardos;
con cuchillos cachicuernos,
no con puñales dorados;
abarcas traigan calzadas,
que no zapatos con lazo;
capas traigan aguaderas,
no de contray ni frisado;
con camisones de estopa,
no de holanda ni labrados;
vengan cabalgando en burras,
que no en mulas ni en caballos;
frenos traigan de cordel,
que no cueros fogueados.
Mátente por las aradas,
que no en villas ni en poblado;
sáquente el corazón vivo
por el siniestro costado;
si no dijeres la verdad
de lo que eres preguntando,
si fuiste ni consentiste
en la muerte de tu hermano.—
Jurado había el rey
que en tal nunca se ha hallado,
pero allí hablara el rey
malamente y enojado:

—Muy mal me conjuras, Cid,
Cid, muy mal me has conjurado;
mas hoy me tomas la jura,
luego besarme has la mano.

—Por besar mano de rey
no me tengo por honrado,
porque la besó mi padre
me tengo por afrentado.

—Vete de mis tierras, Cid,
mal caballero probado,
y no vengas más a ellas
desde este día en un año.

—Pláceme, dijo el buen Cid,
pláceme, dijo, de grado,
tú me destierras por uno,
yo me destierro por cuatro.—

Ya se parte el buen Cid,
sin al rey besar la mano,
con trescientos caballeros,
todos eran hijosdalgo,
todos son hombres mancebos,
ninguno no había cano;
todos llevan lanza en puño
y el hierro acicalado,
y llevan sendas adargas,
con borlas de colorado;
mas no le faltó al buen Cid
adonde asentar su campo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.